Y sueño...

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Un miércoles.



No sonó el despertador, ya es tarde.

Me levantó dando maromas porque ya va siendo tarde, intento darme un baño y no hay agua caliente, a dar de brincos y respirar!

No hay café... no hay café??? De todos modos no hay tiempo, hay que correr.

Quince minutos tarde a la oficina y mi único intento por despertar es un café de maquinita que sabe a agua con cartón, hago muecas.

"Buenos días" saludo como parte de la rutina, casi no llevo maquillaje y aún siento el pelo estilando gotas de agua, soy un desastre.

Tengo la silla mas incomoda de la oficina, mi coxis es parte del inventario, la compu es lenta y me corté el dedo índice con una hoja reciclada, respiro.

El jefe no viene de buenas eh?... No ha venido de buenas desde octubre de 2012, hago un gesto de saludo que termina en una puerta cerrada en las narices.

Ordeno un desayuno, picante, jugo de naranja sin colar y no encuentro una maldita servilleta, este día no puede ir peor... gracias, esa mancha de catsup se ve hermosa en mi suéter azul cielo.

Casi me caigo en las escaleras porque claro, precisamente hoy el elevador decide que no desea funcionar, voy por ahí toda agitada, respiro.

Me duele la panza, no debí desayunar eso... tal vez si me concentro en este papel que no se que hace en mi escritorio y ahora mismo, mientras lo leo, me doy cuenta de debí haberlo enviado el día de ayer, vaya, soy la onda.

Corro a sacar una copia, me molesta el pelo suelto, no me puse anillos y estos jeans de mezclilla no eran precisamente la mejor opción para un día de trabajo.

Doy un vistazo a una puerta de cristal que me sirve de espejo, en serio ESO soy yo????

Entonces descubro un segundo reflejo detrás de mi... estas sonriendo y siento que la sangre esta a punto de brotarme por los cachetes, te acercas y despacito me dices al oído: "te ves linda hoy".

Hoy fue un excelente día.